La comunidad ecuatoriana es una de las más grandes en los Estados Unidos siendo en su gran mayoría compatriotas que buscan mayores oportunidades y mejorar la calidad de vida.
Buscar estabilidad en un país ajeno a nuestra cultura sin duda no es fácil, como nos cuenta Noelia que hace cuatro años decidió irse y echar raíces en el país de las “oportunidades”.
Noelia o “Noe” como la conocen sus más allegados, solo su profunda fe en Dios, el amor de su familia y la férrea decisión de buscar un porvenir para los suyos, han sido los pilares para superar las adversidades que incluyen perder familiares por el Covid-19, una aguda crisis económica o el no poder acudir al sepelio de su padre para darle el último adiós.
Relato:
Soy Noelia de Santa Rosa provincia de El Oro, (Ecuador) y llevo cuatro años radicada New York; llegué a este país y todo era distinto, la gente, su cultura, el trabajo, comida, el clima; todo, fue un cambio de 180 grados a mi acostumbrada tierra con olor a flora y fauna,
Como todo migrante la primera acción es conseguir trabajo y no es fácil pues el discrimen viene incluso de tu misma gente. Empecé en una fábrica de cosméticos y perfumes y de ropa de reconocidas marcas, donde solo eres el engranaje de una gran maquinaria de producción.
Volverte hábil en tus labores de empacar, clasificar y etiquetar es cuestión de sobrevivencia para mantener tu empleo, pero también tiene sus desventajas porque tu “manager” en seguida te asigna más tareas obviamente con el mismo salario porque eres “ilegal”.
Con la experiencia adquirida hubo la oportunidad de trabajar en otra fábrica sin tanto renombre pero con jefes que reconocían mi desempeño y a brindarte oportunidades.
Con dedicación y esfuerzo las oportunidades aparecieron y cambié de rama de trabajo, siendo la gastronomía una opción que siempre quise conocer estuve en un restaurante libanes, aprendiendo el oficio. Fue difícil pero esta experiencia me sirvió para ingresar a un trabajo soñado en JHON FRAISER RESTAURANTE, reconocido con una estrella Michelin, algo así como los “Oscar” de la gastronomía.
PANDEMIA
l trabajo soñado, no duró mucho por la pandemia mundial del coronavirus debieron cerrar, encontrándome desempleada al igual que miles de personas.
Las cosas se complicaron estos meses, no es fácil criar a un niño porque mi esposo, Antonio, también perdió su empleo, a esto se sumó que varios de mis familiares en Ecuador contrajeron el COVID 19 y mi padre que tuvo una larga enfermedad y que fue uno de los motivos de mi venida a los EE.UU. para ayudar a pagar los gastos, finalmente falleció sin poder darle el último adiós, cuando tenía mi cuarto mes de embarazo.
También nosotros contrajimos acá el coronavirus y fueron semanas de dolor e incertidumbre que gracias a la profunda fe en nuestro Creador, lo superamos, pero hubo que hacer sacrificios.
Sin empleos pero por la salud de nuestra pequeña, “Esperanza”, debimos dejar BASMENT y buscar otro sitio para vivir, se llegó al punto de tener apenas 40 dólares en las cuentas, en un país donde mensualmente solo para vivienda y servicios básicos, vivienda y comida requieres en promedio mensual de 3,000 dólares.
La ayuda llegó del cielo no solo cuidando a nuestro bebe de apenas tres meses en pleno auge de la pandemia y con sus dos padres infectados y sin poder acudir a los hospitales públicos que estaban llenos; La situación cambió el 10 de abril nos llegó un cheque que pagó nuestras cuentas y Antonio, consiguió trabajo, luego de cuatro meses desempleado.
Los ángeles en mi camino seguían apareciendo como los del personal THE CHILDREN CENTER OF NY, que nos dieron la mano de manera desinteresada.
Las cosas mejoran, sin embargo, en New York en especial para la gente inmigrante han sido épocas difíciles en esta pandemia y sin saber hasta cuando la situación se normalizará.
New York
No todo ha sido malo en esta gran ciudad, hay lugares increíbles que conocer como la naturaleza del Central Park, muchos zoológicos, lugares que solo mirabas en las películas, las grandes tiendas, Times Square, el Museo de Cera, por citar unos pocos lugares; mucho que ver, visitar y aprender.
La lucha sigue y aunque extraño mi patria y a los míos, por ahora New York me brinda las oportunidades de trabajo que necesito, siempre en mi mente está mi querido Ecuador, Tierra de Aventureros.
InformadosEcuador.Com