Cuando el escritor británico Oscar Wilde escribió su novela El retrato de Dorian Gray, allá por el año 1890, con seguridad jamás imaginó que una de sus frases se convertiría en una máxima de la publicidad en un mundo digitalizado como el de hoy.
Y es que el personaje de Wilde, famoso por su narcisismo sabía muy bien que para tener un lugar relevante en la sociedad había que llamar la atención. Que hablen de uno es espantoso, pero hay algo peor: que no hablen”, decía para justificar su deseo de ser el centro de las conversaciones.
Esto lo sabe bien Paúl Carrasco Carpio, el político azuayo que estuvo 12 años frente a la Prefectura del Azuay y que en su trayectoria partidista también terció como candidato a la Presidencia de la República del Ecuador y la Alcaldía de Cuenca.
Pero Carrasco ya no es el político polémico y controversial que se enfrentaba con sus adversarios sin reparos. Hoy, además de ser un influencer, está dedicado a su agencia de publicidad, marketing y asesoría a pequeños emprendimientos, desde la cual mentaliza y dirige estrategias de comunicación que ofrecen viralidad con disrupción y alto contenido de valor.
Desde la Fonda, una oficina ubicada en la Avenida Remigio Crespo, Carrasco comparte las experiencias que la política y la comunicación de masas le ha dejado para convertirse en un gurú de los emprendimientos que necesitan destacarse desde las redes sociales y la publicidad.
En el año 2021, después de los golpes que la pandemia dio a la economía mundial y que afectó a cientos de negocios locales, Paúl Ernesto decidió abrir su canal digital La Fonda de Carrasco en las plataformas Facebook y Youtube.
¿Y por qué la Fonda? Es una analogía de los pequeños restaurantes o huecas donde los amigos y la familia se reúnen para degustar comida a buen precio y charlar. La intención es trasladar este compartir de sabores y saberes al entorno virtual donde la interacción y el público es ilimitado.
Sus primeros videos los hizo acompañado de una taza de café, en un microprograma llamado “al fin es viernes”. Hoy tiene varios espacios con distintos enfoques pero el mismo objetivo: llegar a la mayor audiencia posible con inmediatez, cercanía y espontaneidad. Así por ejemplo, muestra productos de emprendedores, recorre barrios en busca de historias y personajes que evidencian la riqueza cultural de Ecuador.
Muchos cuencanos recordarán aquel video de julio de 2021 en el que se vio a Carrasco dentro de un ataúd, en el contexto de la pandemia por el Covid 19. Hubo comentarios de todo tipo, pero mientras se levantaba el avispero por las imágenes que dieron gusto y disgusto, Carrasco realizaba esa escucha digital que los expertos de marketing recomiendan a toda marca.
El resultado fue que varias páginas compartieron el video y lo viralizaron en cuestión de minutos. El tema fue tendencia por algunos días y mantuvo cautiva la atención de los internautas. Y así fue como una idea espontánea se convirtió en contenido disruptivo y logró publicity (publicidad gratuita).
Según el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, la palabra disrupción significa: rotura o interrupción brusca. Y eso es lo que plantea el estratega desde la Fonda de Carrasco.
“Tienes tantas y tantas opciones ahí en las redes sociales que es difícil destacarse. ¿Cómo logras romper eso y hacer que la gente te pare bola? Con contenido de valor, con una perspectiva distinta, pero además hay que tener estrategias de comunicación con continuidad”, explica Carrasco.
El influencer ha identificado dos problemas principales en los emprendimientos que ha asesorado: algunos negocios miden su impacto, pero no hacen análisis de costo; y no continúan las estrategias de comunicación. “En la comunicación hay que invertir como se invierte en la cocina o en la refrigeradora, no es un gasto”, sentencia.
Pero la estrategia que proponen desde La Fonda no usa los típicos anuncios publicitarios. “Nosotros hacemos anticomerciales que educan, llaman la atención y se vuelven virales”, afirma Carrasco acompañado por Luis Guillén, un joven comunicador de 24 años, que es parte de la agencia desde su creación.
Luis señala que su contenido logra viralizarse porque tiene valor para la gente. Explica por ejemplo que gran parte de la audiencia que sigue al canal de la Fonda está en EE.UU., son migrantes que extrañan su tierra y a su gente, sienten nostalgia y se logran reconectar con sus raíces a través de lo que presentamos.
A junio de 2024, el canal de la Fonda de Carrasco en Facebook tiene 107 mil seguidores y ha alcanzado los 2.5 millones de reproducciones; mientras que en TikTok cuenta con 18 mil seguidores y sus videos pueden llegar a ser vistos por 250 mil personas.
De este público, el 80 por ciento son personas de 25 a 50 años. El 20 por ciento restante lo componen jóvenes de 18 a 25 años y adultos de 50 a 65 años. Además, han identificado que el nivel socioeconómico de su audiencia pertenece a los estratos C+ y C-. Esto en términos estadísticos es el 22,8% y el 49,3% de la población nacional, respectivamente.
Una escuela para influencers
Carrasco tiene una idea en mente y no descansa hasta que la ve materializada. Piensa en que es momento de que Cuenca tenga una escuela de influencers desde donde se exporte el talento, la elocuencia y la creatividad para generar contenido de valor, disruptivo y que logre ser viral. “Cuenca debe ser el eje del desarrollo tecnológico nacional”, finaliza.